Dra. Alejandra Villar

Cirujana General

Intervenciones

Realizo intervenciones en patologías que involucran principalmente el sistema digestivo. Las patologías más frecuentemente resueltas por mi especialidad son:

Apendicitis

Colecistitis

Divertículos

Oclusión Intestinal

Hernias

Ver todas

¡Hola!

La Dra. Alejandra Villar es una médico cirujano egresada de la UNAM, con especialidad en Cirugía General avalada por la misma institución. Además, cuenta con certificación por parte del Consejo Mexicano de Cirugía General y se mantiene al día con las últimas técnicas y avances en su campo, asistiendo a cursos y congresos nacionales e internacionales.

La Dra. Villar tiene el privilegio de ejercer su consulta y práctica profesional en dos de los hospitales más prestigiosos y reconocidos del país: el Centro Médico ABC, campus Santa Fe, y el Hospital Ángeles Lomas. Su compromiso con la excelencia y la calidad en la atención médica la ha llevado a obtener reconocimiento en estos destacados centros.

Además de su destacada trayectoria clínica, la Dra. Villar es profesora titular del curso de Anatomía clínica en la carrera de Médico Cirujano en la Universidad Anáhuac, campus Norte. Su pasión por compartir conocimientos y experiencia con las nuevas generaciones de médicos refuerza su compromiso con la formación y la mejora continua.

Formación

Apendicitis:

Es la inflamación del apéndice, un pequeño órgano que se encuentra en la parte inferior derecha del abdomen. Puede causar dolor abdominal, pérdida de apetito, náuseas, vómitos, fiebre y otros síntomas. El tratamiento consiste en la extirpación quirúrgica del apéndice (apendicectomía), que puede realizarse mediante una incisión abierta o por laparoscopia. La recuperación suele ser rápida y sin complicaciones si se realiza a tiempo, pero si el apéndice se perfora y se forma un absceso, puede requerir un drenaje previo y una cirugía más compleja.

Colecistitis:

Es la inflamación de la vesícula biliar, un órgano que almacena la bilis y que se encuentra debajo del hígado. Puede ser causada por cálculos biliares, infecciones, tumores u otros factores. Puede provocar dolor en la parte superior derecha del abdomen, náuseas, vómitos, fiebre y otros síntomas. El tratamiento consiste en la extirpación quirúrgica de la vesícula biliar (colecistectomía), que puede realizarse mediante una incisión abierta o por laparoscopia. La recuperación suele ser rápida y sin complicaciones, y no afecta la digestión de forma significativa.

Divertículos

Son pequeñas bolsas o sacos que se forman en la pared del colon o del intestino delgado. Pueden ser asintomáticos o causar dolor abdominal, sangrado rectal, estreñimiento o diarrea. El tratamiento depende de la gravedad de los síntomas y puede incluir cambios en la dieta, antibióticos o cirugía. La cirugía consiste en la extirpación de la parte afectada del intestino (resección intestinal), que puede realizarse mediante una incisión abierta o por laparoscopia. La recuperación puede variar según el tipo y la extensión de la cirugía, pero generalmente implica una estancia hospitalaria de varios días y una dieta especial..

Reflujo gastroesofágico:

Es el retorno anormal del contenido ácido del estómago hacia el esófago. Puede ser causado por una debilidad del esfínter esofágico inferior, una hernia hiatal u otros factores. Puede provocar ardor o dolor en el pecho (pirosis), regurgitación ácida, tos crónica, ronquera o dificultad para tragar. El tratamiento depende de la frecuencia y la gravedad de los síntomas y puede incluir cambios en el estilo de vida, medicamentos antiácidos o inhibidores de la bomba de protones, o cirugía. La cirugía consiste en reforzar el esfínter esofágico inferior mediante un procedimiento llamado fundoplicatura, que puede realizarse mediante una incisión abierta o por laparoscopia. La recuperación suele ser rápida y sin complicaciones, y puede mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Hernias

Son protrusiones de un órgano o tejido a través de un defecto o debilidad en la pared muscular que lo contiene. Pueden afectar diferentes partes del cuerpo, pero las más comunes son las hernias inguinales, umbilicales o de la pared abdominal. Pueden ser causadas por un aumento de la presión intraabdominal, un esfuerzo físico, una lesión traumática u otros factores. Pueden provocar dolor, abultamiento o molestias en la zona afectada. El tratamiento consiste en la reparación quirúrgica del defecto y el restablecimiento del órgano o tejido a su posición normal, que puede realizarse mediante una incisión abierta o por laparoscopia. La recuperación suele ser rápida y sin complicaciones, pero se recomienda evitar el esfuerzo físico durante algunas semanas.

Perforaciones gástricas o intestinales

Son orificios o desgarros en la pared del estómago o del intestino. Pueden ser causados por úlceras pépticas, divertículos, tumores, cuerpos extraños, traumatismos u otros factores. Pueden provocar dolor abdominal intenso, fiebre, shock y peritonitis (inflamación del revestimiento abdominal). El tratamiento consiste en la reparación quirúrgica de la perforación y el lavado de la cavidad abdominal para eliminar el contenido contaminado, que puede realizarse mediante una incisión abierta o por laparoscopia. La recuperación puede variar según la causa y el grado de la perforación, pero generalmente implica una estancia hospitalaria de varios días y el uso de antibióticos.

Lipomas:

Son tumores benignos formados por células grasas que se encuentran debajo de la piel. Pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero son más frecuentes en el tronco, el cuello y las extremidades. Pueden ser asintomáticos o causar dolor o molestias si comprimen algún nervio o estructura cercana. El tratamiento consiste en la extirpación quirúrgica del lipoma, que puede realizarse mediante una pequeña incisión localizada sobre el tumor. La recuperación suele ser rápida y sin complicaciones, y el riesgo de recurrencia es bajo.

Quistes sebáceos:

Son bultos llenos de líquido que se forman en las glándulas sebáceas de la piel. Pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero son más frecuentes en el cuero cabelludo, la cara, el cuello y el tronco. Pueden ser asintomáticos o causar dolor, inflamación o infección si se rompen o se irritan. El tratamiento consiste en la extirpación quirúrgica del quiste y su contenido, que puede realizarse mediante una pequeña incisión localizada sobre el bulto. La recuperación suele ser rápida y sin complicaciones, y el riesgo de recurrencia es bajo.